Cuando largo
largo
en el agujero dormido
se miró el ombligo
-ese hoyo compungido
por el cierre hacia
ningún lugar,
globo al revés atado-
largamente entonces
por el
ahora hondo: engullido
de cabeza a pies
alargado
y comido
las cabellos primero
los brazos
luego los pies
estirados
último por él mismo
se despertó el abismo
y el ombligo tendido ahora
largo
largo por él
regurgitado
devolvió al hombre
postdigerido
ya ahondado.
Merlina de Profundiis (TDR)
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