Fijo mi mirada
Hacia el centro azul de lo Uno
Para dar con el punto de luz
En el nudo de la encrucijada
Y encuentro manos encadenadas
Por el egoísmo
Y sus cruces
Y sus coronas de espino
Y en el sufrimiento
Nada
Nada
Nada
Ninguna mano amiga
Con caridad y solsticio
Sólo las manos negras
De la oscuridad y la sombra.
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